El qué, el para qué y el cómo del Trabajo Social Deportivo 

El Trabajo Social Deportivo es una modalidad de intervención que fusiona los principios y métodos del Trabajo Social con el ámbito deportivo. Su principal objetivo es utilizar el deporte como una herramienta para fomentar el desarrollo personal, la inclusión social y la mejora de la calidad de vida de las personas y comunidades. En los últimos años, esta disciplina ha ganado reconocimiento y aceptación dentro del campo del Trabajo Social, consolidándose como un espacio socio-ocupacional legítimo. Los trabajadores sociales han comenzado a apreciar el potencial transformador del deporte y su capacidad para generar cambios positivos en las vidas de las personas y de las comunidades. 

Desde el año 2012, he tenido la oportunidad de desempeñarme como trabajador social deportivo en diversos ámbitos y contextos. He sido co-creador de la consultora Wake Up Deportistas, así como creador y coordinador del Departamento Socio-Deportivo del Club Estudiantes de La Plata. Además, he trabajado como trabajador social deportvo en clubes como Estudiantes de La Plata en las categorías de fútbol masculino amateur y primera división, Villa San Carlos, y Centro Cultural Tolosano en la primera división de fútbol masculino. Otros clubes en los que he desempeñado mi labor incluyen el Club Alemán de Quilmes, Pucará y Universitario LP en hockey femenino, y Club San Luis en rugby masculino, siempre en divisiones superiores. También he coordinado el departamento sociodeportivo del Club San Luis y he brindado asesoramiento a otras instituciones, además de acompañar a deportistas de manera particular. 

A continuación, compartiré algunos ejemplos de intervenciones profesionales en el ámbito del trabajo social deportivo, con el fin de ilustrar las diversas oportunidades que ofrece esta disciplina. 

¿Qué es el Trabajo Social Deportivo? 

El Trabajo Social Deportivo es una disciplina emergente que se deriva del Trabajo Social tradicional. Se basa en los principios de esta profesión y disciplina académica, que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión comunitaria, así como el empoderamiento y la liberación de las personas. Estas características se aplican al contexto deportivo, donde el TSD busca generar cambios, fomentar el desarrollo personal, promover la cohesión social y liberar a las personas en diversos aspectos relacionados con el deporte. 

En la construcción de esta disciplina, se adopta el concepto de “intersaberes” de la psicóloga Alicia Stolkiner. Todos poseemos conocimientos únicos que pueden ser valiosos para los demás; por lo tanto, es fundamental compartirlos para fomentar la creación conjunta de conocimiento. Para el desarrollo de la profesión de Trabajo Social Deportivo, es esencial el aporte de cada persona que interviene en el ámbito deportivo. 

El enfoque principal del TSD se centra en el territorio, la observación y la cercanía con los y las deportistas, así como en el conocimiento profundo de la institución deportiva, su cultura y su idiosincrasia. Además, es crucial contar con un conocimiento técnico y táctico del deporte en cuestión, comprendiendo sus particularidades y características específicas. Cada deporte posee singularidades que deben ser comprendidas para una intervención efectiva. 

En resumen, el Trabajo Social Deportivo es una disciplina en construcción, derivada del Trabajo Social, cuyo objetivo es promover cambios, fomentar el desarrollo personal, la cohesión social y la liberación de las personas. Se valora el intercambio de conocimientos, y se enfoca en el territorio, la observación, la cercanía con los deportistas y su contexto, así como en el conocimiento técnico y táctico del deporte. 

 ¿Por qué el trabajo social deportivo? 

El Trabajo Social Deportivo (TSD) tiene un gran valor en el ámbito del deporte debido a su enfoque en la vida cotidiana de los y las deportistas, así como en las instituciones deportivas. Desde una perspectiva integradora, se reconoce que el deporte también tiene mucho que aportar al trabajo social. De ahí surge el término “trabajo social deportivo”, ya que la intervención se centra específicamente en el contexto deportivo y sus particularidades. 

En el deporte, las instituciones y sus entornos, surgen factores que afectan tanto la vida personal de los deportistas como su contexto social. Estas variables influyen en la construcción y desarrollo de su subjetividad. Si bien el deporte puede ofrecer experiencias positivas, también puede generar desafíos, como lo señaló Michel Foucault al referirse a las “instituciones enfermas”. 

En mi experiencia profesional, el origen del TSD surgió de la necesidad de abordar situaciones particulares dentro del ámbito deportivo. Busqué entender cómo las características únicas de diversas instituciones deportivas impactan el desarrollo de los deportistas, tanto en lo deportivo como en lo personal. Ante la falta de referencias específicas en trabajo social aplicado al deporte, me vi obligado a integrar la teoría universitaria con la experiencia práctica adquirida en este nuevo contexto. 

El TSD propone una mirada integral hacia el deportista, reconociendo que su identidad no se reduce únicamente a su rendimiento deportivo. El enfoque tradicional tiende a valorar al deportista solo por su desempeño físico, lo que puede generar problemas en etapas como el retiro, o frente a situaciones que les impidan continuar con la actividad (lesiones, suplencia, falta de disponibilidad para entrenar, entre otras). El retiro deportivo, en particular, suele ser una etapa difícil, vivida como una pérdida que puede afectar su autoestima. Muchos evitan pensar en ello, lo que hace que, al llegar, se convierta en un desafío significativo. Además, reducir esta etapa al ámbito biológico es injusto, ya que deja de lado a aquellos que siguen identificándose como deportistas, incluso después de haber cesado su actividad competitiva. 

Por lo tanto, la propuesta del TSD es revisar estas concepciones y abordar al deportista de manera más amplia. Se busca comprender al y a la deportista como una persona que elige serlo, y que puede tener una carrera o involucrarse en actividades relacionadas con el deporte que no necesariamente impliquen la práctica física. 

El enfoque del Trabajo Social Deportivo implica un cambio de paradigma en la forma de percibir y entender el deporte, evitando separar a la persona del deportista. Se reconoce al y la deportista como un ser integral, con diversas dimensiones y elecciones en su vida, promoviendo una relación saludable y enriquecedora con el deporte en todas las etapas de su vida. 

El recorrido profesional en clubes de fútbol 

Mi experiencia profesional en el ámbito del TSD se ha desarrollado en varias etapas clave dentro de diferentes clubes de fútbol, cada una de ellas marcando un aprendizaje significativo para la intervención en el deporte: 

  1. Pensión para jóvenes deportistas: En este contexto, trabajé en una residencia que alberga a jóvenes provenientes de distintas regiones del país e incluso de Latinoamérica, todos con el sueño de alcanzar la primera división del fútbol. Aquí se abordan problemáticas como el desarraigo, los vínculos familiares y la continuidad educativa, que a menudo se ve afectada por la falta de asistencia regular a la escuela. Se fomenta un ambiente de igualdad entre los jugadores y se crean lazos importantes con cocineros, entrenadores y otros miembros del personal del club. Los domingos, días sin entrenamientos ni partidos, se aprovechan para que los chicos reflexionen sobre sí mismos, mientras que las noches, momentos en que surge la nostalgia, se utilizan para fortalecer redes de apoyo entre ellos. Se organizan talleres sobre temas cruciales como la violencia de género, las nuevas masculinidades, la prevención del suicidio y el consumo problemático. En todas estas instancias, el objetivo es trabajar sobre el proyecto de vida de los jóvenes, sabiendo que son pocos los que lograrán llegar a primera división. Se busca que su paso por el club no sea en vano, sino que aprendan a ser tanto personas como deportistas. 
  2. Conformación del Departamento Socio-Deportivo: Este espacio se creó con el objetivo de ofrecer una atención integral a los jugadores y jugadoras. Profesionales como psicólogos, trabajadores sociales, coaches, entrenadores y asesores deportivos colaboran para intervenir de manera efectiva en el desarrollo deportivo y personal de los deportistas. Este departamento se convierte en un punto clave para la intervención y el acompañamiento profesional dentro del club. 
  3. Intervención en Categorías Juveniles: Aquí es donde el trabajador social deportivo comienza a definir su rol, involucrándose de manera directa en la actividad deportiva. Aunque no participa activamente en el deporte, observa, escucha y siente el ambiente, trabajando en estrecha colaboración con entrenadores, jugadores y jugadoras. El objetivo principal es mejorar la comunicación, fortalecer el equipo y, de forma individual, acompañar a los deportistas en su desarrollo personal. 
  4. Relación con la Comisión Directiva: El trabajador social actúa como mediador estratégico entre los miembros de la comisión directiva y el resto de la comunidad del club, facilitando la comunicación y la toma de decisiones para mejorar el ambiente y las dinámicas internas.
  5. Trabajo con Representantes: Se colabora con los representantes de los jugadores para asegurar que acompañen a los deportistas de manera saludable y constructiva, garantizando su bienestar tanto dentro como fuera del campo.
  6. Apoyo a las Familias y Referentes: Las familias y referentes de los deportistas juegan un rol clave en su desarrollo, por lo que es fundamental trabajar con ellos para que asuman un papel de contención en lugar de ejercer presión como si fueran entrenadores. El objetivo es que se conviertan en un apoyo emocional y afectivo genuino. 
  7. Relación con Profesionales Cercanos a los Deportistas: Es crucial establecer una relación cercana y fluida con otros profesionales que trabajan directamente con los deportistas, como kinesiólogos, médicos y nutricionistas. Estos profesionales suelen convertirse en figuras de confianza para los deportistas, quienes les expresan sus preocupaciones y sentimientos. Por ello, es importante orientar a estos profesionales sobre cómo manejar dichas situaciones y, cuando sea necesario, derivar a los deportistas al área sociodeportiva para recibir un apoyo más especializado. 
  8. Participación en el Cuerpo Técnico: El trabajo social deportivo también tiene un papel relevante dentro del cuerpo de entrenadores y técnicos. En este contexto, el trabajador social contribuye a mejorar la comunicación entre los miembros del equipo técnico, facilita el establecimiento y seguimiento de objetivos, y desarrolla estrategias de comunicación efectiva con los deportistas bajo su dirección. 

Conclusión: 
A partir de estas experiencias, se generan ideas y prácticas que pueden ser aplicadas en otras instituciones deportivas y en otros deportes, utilizando los criterios anteriormente mencionados. El enfoque integral del TSD permite adaptar estas intervenciones a diversos contextos y necesidades, siempre con el objetivo de promover el bienestar de los deportistas y su desarrollo como personas completas. 

Las distintas formas de intervención en el Trabajo Social Deportivo 

Las intervenciones en TSD pueden clasificarse en dos grandes categorías: formal e informal, cada una con sus características específicas y adaptadas a las necesidades del deportista. 

  1. Intervención Formal: La intervención formal se caracteriza por la planificación y organización previa. Se establecen encuentros programados de antemano, ya sea en forma de entrevistas individuales o dinámicas grupales. En estos casos, se acuerda con antelación un día y una hora para llevar a cabo la reunión. Por ejemplo, se puede concertar una cita con el trabajador social deportivo para una entrevista personal o una sesión grupal estructurada con diversos contenidos a tratar. Este tipo de intervención tiene un enfoque más organizado y estructurado, y su objetivo es abordar de manera metódica los temas que afectan a los deportistas.
  2. Intervención Informal: La intervención informal, por otro lado, tiene un enfoque más relajado y flexible. No implica la fijación de una fecha u horario específicos, sino que puede darse de manera espontánea, en situaciones cotidianas. Un ejemplo de esto podría ser cuando el trabajador social deportivo comparte un mate con los deportistas o cuando surge una conversación durante un momento casual en el club. Este tipo de intervención es especialmente valiosa para abordar prejuicios y estigmas en torno a recibir apoyo psicológico o acompañamiento. La intervención informal requiere una gran dosis de respeto, empatía y sensibilidad hacia los tiempos y las preferencias del deportista. Además, es importante ser consciente de los espacios exclusivos para los deportistas y, en primera instancia, evitar intervenir en estas áreas sin su consentimiento, respetando su privacidad.  

Elaboración de Informes 

La elaboración de informes es una herramienta fundamental en el TSD. Estos documentos permiten dar visibilidad al trabajo realizado, ya que muchas veces la labor del profesional no es percibida de manera directa. Además, los informes contribuyen a la sistematización de la práctica, permitiendo evaluar y analizar la intervención profesional a lo largo del tiempo. Esto facilita la revisión y mejora continua de los procesos de intervención. En los informes, se documenta lo realizado hasta el momento, los avances logrados, y los impactos significativos generados por la intervención, brindando una base sólida para futuras acciones. 

Intervención Independiente del Trabajador Social Deportivo 

El TSD también puede desarrollar su labor de manera independiente, fuera del contexto institucional. En este ámbito, el profesional puede realizar entrevistas individuales con deportistas, enfocándose en sus necesidades particulares y brindando apoyo personalizado. Esta modalidad de intervención permite una atención más cercana y adaptada a cada caso. Además, el TSD puede participar en la creación y gestión de consultoras deportivas, ofreciendo servicios especializados que promuevan el bienestar integral de los deportistas y las instituciones deportivas. Este enfoque independiente amplía las posibilidades de intervención y abre nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida de los deportistas en diversos contextos.

El deporte como derecho fundamental en el Trabajo Social Deportivo 

En el TSD, consideramos que el deporte debe ser reconocido como un derecho fundamental. Esta práctica no solo proporciona beneficios físicos y mentales, sino que también ofrece herramientas transformadoras que enriquecen la vida cotidiana de las personas. A través del deporte, se promueven valores como la disciplina, el manejo de la frustración, y el aprendizaje a partir de los errores. Además, el deporte enseña a asumir la derrota, a explorar diversas formas de éxito, a trabajar en equipo, a cooperar y a establecer objetivos personales y grupales. 

Es fundamental que el acceso al deporte sea inclusivo, especialmente para aquellas personas que han sido excluidas del sistema. Facilitarles este acceso no solo les brinda un sentido de pertenencia y autoestima, sino que también crea una red de contención social y emocional. El deporte se convierte así en un espacio clave para potenciar su desarrollo como ciudadanos, en un contexto donde la sociedad no siempre responde a estas necesidades. 

El deporte, por su propia naturaleza, es una actividad que fomenta la creación de vínculos y comunidad. En este sentido, el TSD encaja perfectamente en esa dinámica, ya que una de sus mayores fortalezas es precisamente la capacidad de generar conexiones significativas y construir comunidades saludables y solidarias. 

Raúl M. Salas, Lic. en Trabajo Social. Trabajador Social Deportivo. MP 156866

Bibliografía:  

Lugüercio, Pablo y Salas, Raúl (2021). El Método Wake Up: un cambio de paradigma sobre el rol de los y las deportistas. Bs.As. Ediciones Fútbol Contado